En artículos anteriores, hemos revisado de manera muy general, temas concernientes a la realización de un proyecto de investigación, desde su planteamiento mismo, hasta la manera correcta, una de tantas, de presentarla por escrito. Así, hemos podido constatar como el protocolo, el plan de trabajo y el cronograma, son valiosas herramientas que todo investigador social, no solo debe conocer, sino utilizar de manera normal y constante. Sin embargo, debemos considerar también la expresión de las ideas de manera oral, es decir, la expresión de las mismas, ya que es la otra parte, no menos importante de la comunicación.
En este sentido, debemos empezar por definir los conceptos de expresión y comunicación. La RAE, define la expresión como la especificación, declaración de algo para darlo a entender; palabra o locución; efecto de expresar algo sin palabras; y la comunicación como la acción y efecto de comunicar o comunicarse; trato, correspondencia entre dos o más personas; transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor. Si hacemos confluir ambos conceptos, nos encontraremos ante una expresión comunicativa, es decir, la declaración de algo, mediante la transmisión de señales, con la intención de establecer un vínculo de intercambio de información. Estas señales, no son otra cosa que el lenguaje, ya que este es el medio por el cual se transmiten las ideas.
El modelo básico de comunicación, es aquel que involucra a un emisor, un receptor, como lo podemos ver en el esquema emisor-mensaje-receptor-decodificación-codificación-mensaje-emisor. En este simple esquema, podemos apreciar el vínculo comunicativo que se da entre un emisor y un receptor. Es un vínculo de ida y vuelta, un vínculo que por medio del canal del lenguaje, permite la transmisión de ideas de un sujeto a otro. Ahora bien, cuando el mensaje es transmitido, el receptor se encargara de descifrar el mismo, con base en conocimientos previos. En otras palabras, el bagaje que cada uno de los sujetos posee es importante, ya que no es lo mismo sostener una simple charla sobre temas comunes, que una charla sobre temas más específicos o especializados. De cualquier manera, debemos poner atención en lo que comunicamos, ya que no conocemos hasta donde podemos ser entendidos por los demás. Para ello, es importante que el mensaje sea claro, sencillo y entendible.
¿Y cómo comunicar? Pues bien. En este aspecto, es relevante mencionar ciertos aspectos básicos en cuanto a la exposición de las ideas. Por supuesto que hay diversas teorías y escuelas que las estudian y explican, por lo que deben ser un referente directo. Por lo pronto y de manera general podemos señalar que la expresión oral, es el conjunto de técnicas que determinan las pautas generales que deben seguirse para comunicarse oralmente con efectividad. También hay que tomar en cuenta, que el impacto de un mensaje es 7% verbal, un 38% vocal y un 55% no verbal. Lo que expresamos oralmente, representa tan solo un 7%, todo lo demás 93%, recae en cuestiones de tono de voz y expresiones corporales.
La expresión oral tiene nueve características, estas son: la dicción, la fluidez, el volumen, el ritmo, la claridad, la coherencia, la emotividad, los movimientos corporales y la gesticulación y el vocabulario. Luego entonces, para hacer lo más efectiva posible nuestra comunicación, debemos hacer confluir estas características.
Mediante la voz, transmitimos sentimientos y emociones, que pueden tener un gran impacto en el auditorio, de ello dependerá también, la intención del discurso, es decir, influir, convencer, informar. La postura también es importante y existen diversos estudios respecto sus significados, por lo que solo agregaríamos que debe adoptarse una postura serena y segura. Dentro de la postura, la mirada tiene un papel relevante, por el vínculo ocular del emisor receptor; desviar la mirada puede significar muchas cosas. Es mejor establecer un contacto ocular directo y seguro, sin convertirse en una mirada retadora. La dicción, es decir, que y como se utilizan las palabras, el bagaje y como lo utilizamos; no caer en contradicciones, absurdos, falacias, muletillas, etc. La expresión corporal, indica mucho acerca de, no solo como nos sentimos, sino de si estamos convencidos de lo que estamos diciendo, además de brindar un parámetro físico de nuestra seguridad, mover demasiado las manos, los pies, las gesticulaciones. Finalmente, la estructura del mensaje; el hilo conductor es el enlace entre nuestras ideas y la expresión de las mismas, es el camino que debemos, primero trazar y después seguir, para la correcta expresión de lo que es nuestra intención decir, es el guion de nuestras ideas.
Como hemos podido apreciar, la transmisión o expresión de las ideas, lleva implícitos aspectos importantes que es necesario observar si queremos primero, expresar una idea; segundo, si queremos ser entendidos. Solo espero que este artículo, particularmente, exista un hilo conductor, y que sea claro, sencillo y entendible.
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